viernes, 22 de enero de 2016

TERAPIA CORPORAL

       

       Es un viaje  hacia uno mismo, el más emocionante.
      Ayuda a integrar aspectos de la personalidad que están en conflicto y que nos impiden avanzar en la vida. Una vía de descubrimiento personal para ganar bienestar y salud desde el respeto y la aceptación de uno mismo. 
      Conectar con tu mundo interno, integrar las emociones y reconectar con la creatividad y la energía vital. Percibir a tiempo los verdaderos mensajes del cuerpo facilita una mayor comprensión de quiénes somos y qué necesitamos mejorando la salud y la fluidez mental.
      Aprender a expresar lo que las palabras no pueden conseguir ayuda a sanar el cuerpo y la mente.
    La sensación corporal, la postura que acompaña a nuestro decir, es un lenguaje distinto al hablado que está procesado por nuestra corteza cerebral y modificado por todos los condicionamientos a lo largo de nuestra vida.
      El cuerpo tiene su propio lenguaje y se manifiesta a través de sensaciones, pulsos, dolores, movimientos involuntarios, etc.
      La educación recibida y la experiencia vital nos han enseñado a dejar en un segundo plano toda esta información valiosa reemplazándola por mensajes ajenos a nuestra propia percepción que dan lugar a estrés, contracturas, debilidad y, en muchos casos, síntomas que derivan en enfermedades.
     Ya desde Hipócrates se tomaba en cuenta el factor psicológico en la etiología de la enfermedad.Una persona enferma sufre además transtornos de ánimo, frustración, desesperación, depresión, alteración del sueño...
     Forzar el ánimo para ser optimista, positivo o decirse a sí mismo que no tiene derecho a sentirse mal porque hay otros que lo están pasando peor no nos ayuda a sanar. La terapia a través del cuerpo se realiza en sesiones individuales o grupales donde la persona puede explorar su ritmo corporal, tensiones musculares y creatividad expresiva en un ambiente de confidencialidad y apoyo mutuo al tiempo que aprende aspectos esenciales del enfoque gestáltico, como el “darse cuenta”, la conciencia, la presencia, las polaridades, las sensaciones, las emociones y la escucha. 
     Todo ello con el objetivo de volver a conectar con nosotros mismos para reconocernos, aceptarnos y sanarnos.