“La terapia gestáltica enfatiza la conciencia de uno mismo y del mundo, nos ayuda a descubrir nuestro auténtico sentir y nos permite organizar nuestra vida partiendo de la experiencia propia, sin tener que perder nuestra energía luchando eternamente con nosotros mismos, es decir divididos.
La terapia sistémica contempla al paciente en su contexto familiar y cómo este ha influido en la construcción de su identidad.