La terapia es un camino de crecimiento

La terapia es un camino de crecimiento.

La primera etapa es la de la partida del viaje: el paciente decide acudir en demanda de ayuda para superar una crisis o enfermedad de algún tipo.

En terapia se cruza un umbral que consiste en una decisión voluntaria y consciente de querer mirar hacia dentro y entregarse a la búsqueda de otra manera de ser. A lo largo del camino el paciente descubre introyectos, recoge proyecciones e integra polaridades.

Al final del camino le espera el redescubrimiento de sí mismo pues las fuerzas buscadas y ganadas han estado siempre dentro de su corazón.

miércoles, 18 de diciembre de 2013

El arquetipo materno, la urdimbre constitutiva y la reprogresión.



La importancia de la relación prImigenia, de la simbiosis madre-niño: la urdimbre constitutiva. El ser humano nace más inmaduro que ningún otro ser, tanto en sus sistemas enzimáticos e inmunitarios como en el desarrollo de su sistema nervioso. Esa vulnerabilidad extrema y la dependencia materna que supone es lo que le capacita para su extraordinario desarrollo posterior.
“Puesto que en la fase más temprana del desarrollo del hombre están íntimamente vinculados el factor amoroso y el cognoscitivo, el desarrollo del yo y la relación con el prójimo, la relación primigenia con la madre está, en este sentido, preñada de destino” (Erich Neumann). Todas las culturas primitivas han rendido culto a la Gran Madre, concebida como un principio femenino donadora de vida, otorgadora de amor y de la plenitud de la existencia, y dotada de la sabiduría y conocimiento supremos.
En efecto, el hombre ha sentido siempre que de una relación primigenia  positiva dependía su cualidad más preciosa: la seguridad de su “Yo”, es decir la coherencia y plasticidad de ese centro de la persona gracias a la cual puede aceptar la adversidad, el dolor, integrar las experiencias ingratas con las gratas, formar con todas ellas un núcleo de vivencias rico y positivo, creador. Y, además, relacionarse armoniosa y amorosamente con los otros, y consigo mismo funcionando como unidad capaz de restablecer el equilibrio perdido por la enfermedad o cualquier otra circunstancia. Así, a través de las crisis se fortalece. Así, las crisis de la vida se van desarrollando sobre un fondo de seguridad que permite su integración sucesiva.
Es ahí donde alcanza su máxima importancia la ternura materna.  Esa madre que acaricia olvidada del tiempo, de su transcurrir, parece que espera que algo se entreabra y despliegue. Es como aguardar que las cosas se revelen en su esencia. Es una evocación de la lentitud de todo crecimiento. En la ternura y la caricia, la intencionalidad del hombre, el tono de su ser y de sus músculos se solidarizan con el ritmo profundo que renueva las células, los materiales de la vida, con un tiempo biológico, lento, calmoso. Por eso la caricia materna calma el dolor de golpe mejor que ningún analgésico; sabe de antemano, que aquello va a pasar, que la herida y el daño arrastrados por el fluir de la vida van a ser reparados.
Ese ritmo lento de la ternura es el mismo de la llamada “translaboración” en psicoterapia. El paciente percibe no sólo que alguien toma cuidado de él sino, además, que alguien espera, con confianza, que se cure. Reaparece pues, la confianza básica, primigenia, la de la urdimbre constitutiva.
El etólogo Kortlandt, al estudiar la jerarquización de los instintos, ha denominado “reprogresión”, es decir, la capacidad de progresar previa una regresión a etapas menos diferenciadas en el desarrollo. El cormorán, como el hombre, aspira a ser independiente, a madurar como sujeto autónomo. Esto lo consigue después de cinco etapas, cinco saltos del nido. Al inicio de cada salto, el cormorán retrocede a modos de actuar más infantiles, menos organizados de conducta, para después progresar, es decir, volverse más independiente y autónomo.
 Del mismo modo, el individuo para llegar a su ser verdadero tiene que descubrir la fuerza, intensidad y complejidad de sus pulsiones.  El organismo tiene un mecanismo para reaccionar a la enfermedad y el trauma produciendo una regresión de los tejidos a fases indiferenciadas del desarrollo para reencontrar una capacidad regenerativa. Sin esa facultad de volver a una fase embrionaria el organismo perdería uno de sus más importantes mecanismos de seguridad. Acaso la función biológica de la emoción sea la de mantener al hombre en sempiterna posibilidad de inmadurez, es decir, de reprogresión. Volver atrás para tomar fuerzas y sanar…
Rof Carballo “Violencia y ternura”.

jueves, 12 de diciembre de 2013

Karen Horney

Karen Horney (1885-1952)

         Primera analista de Perls y una de las personas que más influencia tuvo sobre él, por más que no la cita tan explícitamente como, por ejemplo, a Reich: "De Horney recibí compromiso humano sin terminología complicada".

          K. Horney empieza a publicar tras su huida de Alemania a Estados Unidos. Su primera obra "La personalidad neurótica de nuestro tiempo" (1937) hace una amplia interpretación cultural de la neurosis; en sus palabras resuenan conceptos similares a los que luego utilizará Fritz. "Existen dos características de la neurosis: primero cierta rigidez en las reacciones y segundo, una estimable discrepancia entre las capacidades del individuo y sus realizaciones... Por "rigidez de reacciones" entendemos la ausencia de flexibilidad que no permite reaccionar de diversa manera frente a diferentes situaciones".

            En su segundo libro "El nuevo psicoanálisis" (1939), se opone abiertamente a la orientación biológica de Freud, como antes habían hecho Adler, Jung y Rank. Estas dos obras provocaron el enojo de los círculos psicoanalíticos, acusando a Horney de superficial, de haber abandonado el fundamento real del psicoanálisis, de ser partidaria de Adler, etc., sin que se tomaran en cuenta sus aportaciones para la mejora de los métodos psicoterapéuticos.

Entre sus aportaciones destaca la importancia dada a la situación presente del paciente, no solo acentuando la situación psicoanalítica inmediata (como Ferenczi o Reich) sino explorando la situación general de su vida, lo cual aproxima al punto de vista adleriano, aunque Horney le dio igual importancia a la voluntad de poder que a la necesidad neurótica de amor, resaltando el aspecto enfermizo de ambas búsquedas. Igual que Adler analizaba las finalidades de la neurosis, K. Horney afirma que el paciente está enfermo no solo por lo que le sucedió en el pasado sino también porque, al luchar contra ello, se fija metas que le conducen a tratar de alcanzar falsos valores. Definió la noción de "imagen idealizada" que se convierte en el "yo idealizado": "Y este yo idealizado es más real que su verdadero yo, no solo porque es más atractivo, sino porque responde a sus necesidades apremiantes". En "esta búsqueda de gloria", la persona pierde el centro, cambia "ser por parecer" en una especie de pacto con el diablo (obtener poder ilimitado a cambio de vender su alma): "Hablando en términos simbólicos, el camino fácil a la gloria infinita es inevitablemente el camino a un infierno interior de autodesprecio y autotormento. Al tomar dicho camino, el individuo pierde realmente su alma, su verdadero yo".
          Como vio Karen Horney, las perturbaciones emocionales originadas en el pasado ahora son mantenidas por una falsa identidad. Si una persona puede llegar a entender cómo en este preciso instante está enterrando su verdadero sí mismo, puede liberarse. Naranjo, 1990.

           Karen Horney habla de la "tendencia al debiera": Los dictados interiores comprenden todo lo que el neurótico debiera hacer, ser, sentir, saber, y los tabúes de todo lo que no debiera ser... Se dice inconscientemente: Olvida la despreciada criatura que realmente eres, lo que importa es ser este ser idealizado. Debes soportar todo, entender todo, gustar todo, ser siempre fecundo... A esto lo llamo "la tiranía del debiera".( Neurosis y Madurez).

viernes, 6 de diciembre de 2013

Neurosis obsesiva en el mundo animal: la pata Martina

 
 
 
 
    
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Las ritualizaciones propias de la neurosis obsesiva están presentes en los animales.  El gran etólogo Lorenz tenía un pato gris, Martina, que le seguía a todas partes. Se había acostumbrado a acompañar a su amo al dormitorio, venciendo los obstáculos que significaban los diversos escalones que para ello tenía que franquear. Estos patos son muy asustadizos, sobre todo cuando se intenta cogerlos con las manos. Antes de subir la escalera, Martina se encontró de pronto, al pasar la puerta de entrada, con una gran ventana que le produjo un sobresalto. Atraída por la claridad, se dirigió hacia ella directamente en lugar de seguir a su amo, permaneció allí unos momentos, y sólo una vez que se hubo tranquilizado volvió junto a los pies de Lorenz y le siguió sumisa al piso superior. Este ritual volvió a repetirse en días sucesivos pero con una pequeña diferencia: Martina ya no necesitaba ir directamente a la ventana, sino iniciar el camino hacia ella y, después torcer en ángulo recto al lugar donde le esperaba su amo. Así quedó establecida la cómica costumbre de, una vez franqueada la puerta, hacer su recorrido en ángulo, iniciando la marcha hacia la ventana, pero sin llegar hasta ella.
 
 
 
Un día Lorenz, atareado, se olvidó de Martina, y era ya  noche cerrada cuando recordó que tenía que llevarla al dormitorio. Fue a buscarla y, en efecto, asustada, le siguió directamente a la escalera sin hacer el acostumbrado recorrido en ángulo recto. El miedo le hacía escoger ahora el camino más corto, pero, apenas había comenzado a subir los escalones, pareció acordarse de algo. Alargó el cuello y levantó las alas como para iniciar el vuelo, ambos signos en los patos de gran terror. Al mismo tiempo lanzó un graznido de alarma, y en poco estuvo que iniciara el vuelo. Se contuvo, dio media vuelta, descendió apresuradamente los cinco escalones que había subido ya, y como alguien que tiene que cumplir un deber que ha omitido, hizo el recorrido hasta la ventana y volvió de nuevo a subir. Una vez llegada al quinto escalón se detuvo, sacudió las alas e hizo el saludo típico de los patos cuando se han tranquilizado después de haber pasado un gran susto.
 
La excelente Martina había calmado su angustia exactamente igual que un enfermo obsesivo que ha olvidado un día descubrirse al pasar delante de una iglesia, y que, angustiado por no haberlo hecho, vuelve sobre sus pasos para hacer la maniobra ritual, sin la cual no hubiera podido seguir adelante.
 
El camino para Martina era una protección, dice Rof Carballo, que es el que relata este episodio de la vida de Lorenz en su libro "Violencia y ternura". No es lo habitual en los patos tener que subir escaleras detrás de un etólogo para ir a dormir. El mundo habitual del animal es así violentado y por ello toda costumbre adquirida en medio de la ansiedad que lo inusitado produce, tiene un efecto tranquilizador. Martina queda improntada al camino en ángulo recto, como una ampliación de su máximo tranquilizador, el propio Lorenz.
 
El hábito se convierte así en una ampliación del mundo maternal, protector. De todos es sabido la forma en que los niños se aferran a sus hábitos, y el propio Lorenz nos recuerda que los niños no toleran, cuando se les repite por enésima vez el cuento de Caperucita, que se haga la más mínima modificación al relato. Aunque sería fácil demostrar que el niño soporta tanto mejor estas variaciones y hasta llega a complacerse en ellas cuanto más protegido se siente por los mayores.

jueves, 4 de julio de 2013

Lograr el autosoporte, convertirnos en vertebrados.

       “El objetivo de la terapia es crear el apoyo necesario para permitir que reorganicemos y re-encaucemos nuestra energía” (Perls, 1994)

       “Una postura erguida es el principal soporte. Todo lo adquirido, lo realmente aprendido es soporte. Todo lo indigestado, no lo es” (Perls, 1994). Laura Perls nos dice que todo aprendizaje, verdaderamente asimilado es autosoporte, y todo lo indigestado no lo es. Lo asimilado es parte del Yo, y lo indigestado se comporta como no yo. Algunos ejemplos típicos de asuntos indigestos pueden estar representados por las conductas postergadoras, las defensas para no sentir, la irresponsabilidad de no reconocer como propias algunas realidades, o ideas moralistas con que vivimos solo porque fueron dictadas por alguna autoridades, el miedo a la expresión de las necesidades, la evitación o perder la individualidad por los deseos de pertenencia, hasta la fijación en algunas conductas son recursos que ofrecen una asistencia, pero que no permiten el desarrollo de las potencialidades humanas, es decir, son limitadoras.

       Cuando estas conductas que no representan un autosoporte se configuran de tal manera en la vida de la persona, que le impiden satisfacer una necesidad  específica, crea una crisis existencial debido a que no encuentra recursos propios para salir adelante. Esta crisis se manifiesta como estados típicos de ansiedad, nerviosismo, preocupación constante, enfermedades físicas y diversas manifestaciones que agravan aún más la situación del paciente, ante el medio con el que no puede contactar para su satisfacción. Es el momento en el que el paciente se expresa y solicita ayuda, dicho en otras palabras acude a terapia.

        El apoyo terapéutico sirve para recuperar la confianza en uno mismo. Recuperar la fe en las propias capacidades solo es posible con un buen apoyo terapéutico. El terapeuta necesita estar atento a cuidar la graduación del experimento en el paciente. No se trata de resolverle los problemas, no se trata de aconsejarle o de decirle lo que tiene que hacer; esto, lo único que haría sería aumentarle más su falta de confianza en sus propios recursos. En eso consiste la terapia, en su aprendizaje.

 
       Carl Jung se refiere a esta falta de soporte al interpretar el sueño de un paciente en el que aparecía un cangrejo gigante. Cuando los seres humanos se pasan la vida haciendo la voluntad de otros, podrían ser comparados a los cangrejos. El cangrejo es una criatura que tiene un esqueleto fuera. Por dentro es blando. En el momento en que el hombre se siente inspirado a hacer su propia voluntad se transforma en vertebrado, una criatura con el esqueleto adentro. De pronto tiene espina dorsal. En nuestra sociedad, muy pocos evolucionan del estado de cangrejo al de vertebrado, porque nos acostumbramos a hacer la voluntad de otros desde el momento en que nacemos. Cuando luchamos para vencer el hábito de derrota, cuando nos decidimos a luchar por ser nosotros mismos nos convertimos en vertebrados.

martes, 11 de junio de 2013

Curso de Mindfulness en el Colegio de Médicos de Jaén dirigido por la psicóloga Maria Paz Enríquez.

                             

                           Mindfulness o Atención Plena en la práctica clínica

                            
El mindfulness es una técnica de meditación que se está aplicando actualmente, no sólo por los psicólogos como instrumento terapéutico, sino en grupos de pacientes con dolencias orgánicas. Permite crear un tiempo en que todo el hacer se detiene. Enseña a entrar en estados de profundo relajamiento restaurando el cuerpo y la mente, logrando encontrar nuestro equilibrio y mantenerlo lo mejor posible pese a los problemas, el estrés o la enfermedad.
Consiste en centrar la  atención con plena conciencia a lo que sucede en el momento presente sin juzgarlo, conectando con su respiración y procurando no interferir ni valorar lo que siente o percibe.

 Se trata de aprender a autoobservarnos, a contemplar con serenidad todo cuanto ocurre dentro de nosotros, sensaciones físicas, emociones, pensamientos que acudan a nuestra mente, ser conscientes de todo ello, experimentarlo sin juzgarlo y seguir serenamente centrados en la respiración. El estado meditativo es distinto del estado de relajación o sueño, pues en la meditación se produce un incremento en el nivel de alerta en lugar de una reducción, ganando en claridad mental.

Vicente Simón, psiquiatra y catedrático de psicobiología de la Universidad de Valencia Como dicey experto en la neurobiología del mindfulness, afirma que esta técnica, según los últimos estudios científicos, puede modificar el cerebro. Cuando nuestra mente no está ocupada en una tarea concreta se dedica a producir de manera continua pensamientos mediante redes neuronales localizadas en las zonas mediales de la corteza prefrontal. Ese ajetreo cerebral continuo tiene la finalidad de prever lo que va a suceder para planificar mejor nuestra conducta, pero nos hace vivir permanentemente en el futuro viviendo para lo que ha de pasar y dejando de vivir el momento presente. Cuando dedicamos nuestra atención a lo que está ocurriendo ahora, decrece la actividad de esas zonas cerebrales  y entrar en juego otras zonas situadas más lateralmente en el cerebro. El Dr Jon Zabat-Zinn fue quien comenzó a aplicar esta meditación para aliviar el sufrimiento de pacientes crónicamente estresados por razones médicas o psicológicas y padecer ansiedad, depresión o insomnio. El mindfulness activa zonas cerebrales responsables de la modulación del miedo y por ello contribuye a la reducción de la ansiedad. Facilita los estados de ánimo positivos pues aumenta la actividad del hemisferio cerebral izquierdo y nos ayuda sentirnos más dueños de la situación que estamos viviendo.
A lo largo de 6 sesiones los asistentes al curso podrán iniciarse en esta técnica de meditación con los siguientes objetivos:
- Aprender a relajarse.
-Aprender a manejarse mejor en situaciones de estrés y de ansiedad.
- Mejorar la atención a sus sensaciones y emociones conectando así mente y cuerpo.
Multitud de estudios clínicos basados en la aplicación de esta técnica a pacientes con toda clase de problemas orgánicos dejan constancia de los beneficios de la práctica de la meditación mindfulness.
Información sobre el curso de Mindfulness que impartiré en el Colegio de Médicos de Jaén el próximo mes de Octubre.

lunes, 13 de mayo de 2013

El sueño como diálogo entre distintos aspectos de la propia personalidad. De Jung a Perls.

     Una de las técnicas estrella de la Terapia Gestalt es la forma de trabajar los sueños mediante la "silla vacía". Fue una de las grandes aportaciones de Fritz Perls al tratamiento terapéutico. La idea original de considerar los distintos elementos del sueño como partes proyectadas del soñante ya la había explicado Carl Jung en su obra "Los complejos y el inconsciente" y había afirmado entonces que la relación entre esos elementos del sueño era como un diálogo interno: "Si el recuerdo de un acontecimiento nos acosa, son, por ejemplo, fragmentos de una conversación lo que acude a nuestra memoria: «Ella dijo entonces..., yo le contesté...»; es así como un complejo hilvana un diálogo tal como se ha producido o tal como habría podido producirse en la realidad; igualmente, tras una disputa, uno sigue debatiéndose a solas consigo mismo durante horas, enfrentando tesis y antítesis. No está muy lejos esto del procedimiento propio del sueño, el cual, en parte con la ayuda de materiales anteriormente adquiridos, esboza sus construcciones después de que ciertas reglas oníricas, por el juego de su interposición, han venido a introducir entre el sueño y la vida diurna una discontinuidad, una ruptura que abre la puerta a una abigarrada diversidad."

     Jung precisaba aún más cómo debía ser el acercamiento a  esos elementos del sueño cuando le pedía a un paciente que le explicara cómo era esa mesa de madera de abeto con la que había soñado como si nunca hubiera visto una, para averiguar con exactitud qué importancia tenía esa característica concreta de la mesa. Como si quisiera que los elementos del sueño hablaran por sí mismos. Ese fue el paso adelante que dio Perls cuando se le ocurrió,  decirle al paciente que se convirtiera en ese elemento, en esa mesa, casa, árbol, animal o persona que aparecía en su sueño y que tratara de sentirse como si fuera esa mesa de abeto y dialogara con los otros elementos del sueño. Como en el zen, que tanto ha nutrido a la terapia Gestalt, para saber qué es una rosa no se la analiza, no se la desmenuza, sino que "hay que meterse dentro y ser la rosa".

     Cuando el paciente vive esas partes proyectadas de su sueño se da cuenta que son elementos de su personalidad que ignoraba, que no podía ver o admitir. Y al experimentarlo "se da cuenta" y comienza a integrar esa parte de sí mismo.

miércoles, 8 de mayo de 2013

Mindfulness y Terapia Gestalt

    En mi trabajo en la Unidad del Dolor de Jaén tengo la oportunidad de comprobar en qué medida  el dolor psíquico se traduce en dolor físico. Como si hubiera una derivación eléctrica y esa emoción que no puede expresarse o que no puede tener una salida adaptada se transformara en dolor corporal. Lo que llamamos somatización.

    Habitualmente comienzo guiando al paciente para que se haga consciente de su respiración, para luego llevar su atención a distintos puntos de su cuerpo como en la Meditación Mindfulness. Cuando el paciente está plenamente conectado con sus sensaciones corporales le pido que me diga en qué lugar hay síntomas dolorosos o sensaciones de cualquier tipo, cosquilleos, pinchazos...A continuación le pido que se fije en alguno de esos síntomas y esté atento a los cambios en las sensaciones, a las imágenes o recuerdos que acuden a su mente y es entonces cuando aparece algo asociado a esa sensación, como si el cuerpo le estuviera señalando una situación que genera emociones que el paciente reprime.

    Ahí es donde puedo empezar a trabajar con las técnicas de la  Terapia Gestalt, por ejemplo estableciendo un diálogo entre la imagen que ha aparecido y la parte del cuerpo en la que se produce la sensación dolorosa, todo ello dirigido a que el paciente se haga consciente de aquello que bloquea. Después de este trabajo el paciente se siente relajado y muy aliviado.

El Darse Cuenta en Terapia Gestalt

      No es fácil comprender a qué nos referimos cuando explicamos al paciente que somos mente y cuerpo y que tendemos a darle el control a la mente y dejamos de escuchar al cuerpo. No se entiende hasta que se experimenta, hasta que el significado de un sueño nos da de lleno, nos hace "darnos cuenta" o hasta que en el curso de un trabajo corporal aparece en nuestra mente una imagen que da significado a una contractura, o un dolor de cualquier tipo.

      En el curso de una sesión en el que el paciente siente malestar general e indefinido en su cuerpo, se siente raro, la palabra es "mal" pero no puede explicar por qué razones, se le hace prestar atención, "conectar", con esa sensación de tirantez, de rigidez en cuello y hombros y al prestarle toda su atención le viene una imagen como si fuera un busto de piedra, como una estatua griega sin ojos, mientras el resto del cerpo aparece tal y como lo siente, de carne y hueso, doliente...el paciente se da cuenta de cómo "se vuelve frío y rígido como la piedra" para no escuchar la información que le llega del cuerpo, para no sentirde débil porque teme desmoronarse. Un suave masaje en ese cuello rígido y una escucha atenta a las emociones le permitirá darse cuenta de cómo ha estado intentando bloquear sentimientos de tristeza y ahora el cuello no está rígido pero nota un nudo en la garganta. Entonces se da cuenta de cómo intenta controlar las ganas de llorar y, si se decide a permitir que la emoción fluya, saldrán las lágrimas y descargará esa emoción contenida y sentirá que toda la rigidez, el nudo, y los dolores se diluyen dando paso a un gran alivio.

     La lluvia es un fenómeno natural que simboliza en algunas culturas la unión del cielo con la tierra. Así mismo, cuando nos permitimos llorar unimos mente y cuerpo y podemos decir "me siento triste", aunque el motivo nos parezaca insuficiente o poco razonable. La descarga nos alivia y permite que el cuerpo se equilibre con la descarga y se llene nuevamente de energía. Como la lluvia, que fertiliza la tierra.

martes, 16 de abril de 2013

PERFIL

 Maria Paz Enríquez Psicólogo, psicoterapeuta Gestalt. Con consulta en Jaén. Tratamiento de Ansiedad, depresión, transtorno obsesivo-compulsivo, hiperactividad, fobias, estrés excesivo, insomnio, adicción al alcohol, tabaco, etc, falta de habilidades sociales, inteligencia emocional, problemas de autoestima, tanto en adultos como en adolescentes.
 La terapìa es también una ayuda eficaz cuando el paciente está aquejado de ciertas enfermedades. Está ampliamente demostrada la eficacia de la terapia en pacientes  con fibromialgia, afecciones reumáticas, psoriasis, problemas respiratorios, úlceras, afecciones de piel, cefaleas, asma, colon irritable, reflujos,hipertensión, eczema, mareos, etc. Asímismo es de gran eficacia el tratamiento psicológico del dolor.

martes, 29 de enero de 2013

Los triángulos amorosos

Quizás uno de los temas más espinosos dentro de una pareja sea el de la infidelidad.
 
Cuando nos embarcamos en una pareja, se requiere un alto grado de esfuerzo, de compromiso, de aceptación de la otra persona, de la implicación de uno mismo dentro de la propia pareja….Dedicamos mucho tiempo y energía a estar con esta persona que hemos elegido. Al principio todo es fácil, parece que va rodado.... es lo que llamamos el enamoramiento, es la etapa de "mariposas en el estómago”, cuando parece que todo entre tú y la otra persona son coincidencias, y las diferencias o se ignoran o se ven como virtudes…. En esta fase todo son fuegos artificiales, sentimiento y emoción, nos parece haber encontrado por fin a nuestro príncipe azul, a la princesa de nuestros sueños, a lo que en la en la mentalidad popular se ha denominado “nuestra media mitad”.


Pasada esta fase, que no suele durar más de unos meses, empiezan las dificultades. Es cuando empieza a consolidarse la pareja.  Empezamos a ver realmente al otro es, y no tanto la imagen ideal que nos habíamos contado, y las diferencias empiezan a hacerse más patentes… ya no nos parece tan romántico y pasamos de la ilusión a ver que hay cosas del otro que nos molestan, no nos gustan o nos incomodan. En esta fase tenemos que aprender a negociar, entre nuestros intereses, nuestras amistades, familia y aficciones… aprender a poder estar bien con la otra persona sin renunciar a mi vida e incluyendo la vida de mi pareja… y tenemos que aprender también a hacer concesiones… si hay algo que para mi pareja es muy importante y puedo cambiarlo.

 
Pero a veces, en las parejas, y muchas veces sin tan siquiera buscarlo (no vamos a hablar en este artículo de los típicos Don Juanes, que buscan continuamente conquistar a numerosas damiselas), aparece una tercera persona.  Alguien por quien de pronto te sientes atraído, que te pone nervios@ al acercarse a ti, que de pronto activa en tu cuerpo y tu cerebro numerosas emociones que ya tenías olvidadas (vuelven las mariposas, el estar todo el día pensando en él/ella….) 

En este momento, hay personas que deciden dejar a su pareja y empezar con esta otra persona. Otras,  intentan integrar a este tercero en sus vidas, de una manera oculta. No quieren dejar a su pareja porque hay muchas áreas de su vida que sí llenan, pero no pueden evitar la atracción que esta otra persona ejerce sobre ella, y que llena otras áreas, probablemente igual de importantes, que su pareja no llena. Empiezan las llamadas, los mensajes, el verse a escondidas…. Y la persona que se mete en esta historia se debate entre sentimientos y pensamientos muy contradictorios…. “Si yo quiero a mi pareja, porqué siento esto por esta otra persona?” “le quiero y no quiero hacerle daño, pero también quiero mucho a esta otra persona….” Surgen intensos sentimientos de angustia, de culpa, de traición, y también de amor y de cariño…
En contra a la imagen popular en la que parece que cuando alguien se involucra en este tipo de historias es “porque es una mala persona”, “quería dividir un matrimonio”, “no le basta con una, que quiere dos”…..y mil mensajes con juicios negativos que podríamos rellenar….. las personas a las que les suceden sufren mucho con este tipo de aventuras.  Está el cariño, la pasión, el temor ante que la pareja se entere, la angustia, tristeza…… Y no siempre  son relaciones con un claro componente sexual. Las mujeres se involucran más en este tipo de historias por un componente emocional, de sentirse especiales, miradas, valoradas…

Es curioso cómo, en general, disfrutamos viendo en las películas estas historias… recordemos “Los Puentes de Madison”, o “El príncipe de las mareas”…. Y sin embargo en la vida real a la gente le gustaría poder salir corriendo de estos líos amorosos.



 ¿Qué es lo que pasa? ¿Qué nos ocurre cuando esto sucede en nuestras vidas?
A muchas personas les gustaría pensar que eso jamás les sucederá, pero es algo que es bastante universal, está en todas las culturas, en todas las épocas, y es algo que les sucede a hombres y a mujeres. Lo que varía es el  cómo. Anteriormente, era el hombre era que solía tener una “querida”, y la esposa era su mujer y la madre de sus hijos. En la actualidad, con la liberación femenina, ha aumentado el número de mujeres que, teniendo pareja, ha tenido en algún momento alguna historia de este tipo.

Es lo que se denominan “relaciones triangulares”. Y en estas historias, podemos estar en cualquiera de las partes del triángulo
                          


No son inamovibles, podemos estar en un momento de nuestras vidas siendo  El traicionado, y en otras movernos en cualquiera de las otras dos.

Normalmente este tipo de historias tienen mucho que ver nuestra infancia, ya que partimos de un triángulo amoroso entre:  papá, mamá  y yo… en el que, si no se han resuelto adecuadamente las tensiones que puede general el vínculo entre papá- yo, mamá- yo, papá y mamá….en lo que a afectos se refiere, podemos repetir los esquemas que teníamos con ellos. Esto sucede mucho cuando se han tenido experiencias traumáticas con alguno de los dos progenitores (ya sea por descalificaciones, agresiones…), o en que los padres no han sabido marcar una distancia adecuada con el niño y lo han echado bruscamente del lado de la pareja temiendo que les pudiera “robar” el amor de su pareja.
También puede influir el que uno de los dos padres haya tenido aventuras extramatrimoniales,  identificándose, o bien con el traidor, o bien con la “aparente víctima”.

En cualquier caso, y sea cual sea el motivo que nos ha llevado hasta ahí, lo que está claro es que debajo de todo hay un potente mensaje, un conflicto no resuelto que tenderá a salir una y otra vez hasta que lo escuchemos y lo podamos resolver de una forma sana.

Volviendo la pareja, esto también es un claro indicador de que algo en la pareja no va bien.  Dedicamos mucho tiempo y energía y en la pareja, en general, nos gusta la exclusividad que nuestra pareja nos ofrece…   Habría que pararse a ver qué es lo que está pasando con esa pareja, cómo es la comunicación, qué es lo que me está faltando… y cómo puedo solucionar esto.
Ver si se puede recuperar todo aquello que nos llevó a estar juntos como pareja y a la realización de un proyecto de vida común, cómo mejorar aquellos aspectos de la pareja que ahora mismo están estancados… o, si en realidad me he dado cuenta de que ya no quiero estar con esta persona, poder terminar la relación, ya que no puede ser con un “final feliz”, que sea al menos con “un buen final”.

No podemos dividirnos por la mitad para estar en dos relaciones, no, al menos, sin un alto coste energético, emocional, y muchas veces, un elevado coste para la salud… Por eso recomiendo que tengamos muy claros cuáles son nuestros límites, y respetar aquellos límites que hayamos definido junto a nuestra pareja.
Por último indicar que para que una pareja sea pareja, tiene que haber intimidad, confianza, comunicación y sexualidad. Si alguno de estos componentes no se da o flaquea en la pareja, generará un conflicto que podrá llegar a desencadenar o, en la ruptura de la pareja, o en la búsqueda de alguien que llene ese vacío, con el consiguiente sufrimiento para todos los involucrados.


Escrito por: Almudena de Pablo.
                    

miércoles, 16 de enero de 2013

El diálogo en TG

¿Qué es un diálogo? Un diálogo existencial ocurre cuando 2 personas se  encuentran y cada una es impactada por y responde a la otra, es una forma de contacto especializada que incluye gestos o sonidos no verbales igual que un pianista puede dialogar con una orquesta. El diálogo Yo-Tú es para la terapia gestáltica lo que la neurosis de transferencia es para el psicoanálisis. De forma que los objetivos del psicoanálisis tradicional y la TG son similares, pero con metodología diferente.
Contactar es el proceso completo de reconocerse a sí mismo y al otro, es el proceso básico de la relación, significa apreciar las diferencias entre sí mismo y el otro, incluye conexión, separación, movimiento y darse cuenta. Es un proceso contacto/alejamiento. La persona existe en un campo ambiente/individuo. El campo se diferencia por los límites. Estos límites son procesos. El límite que diferencia a la persona de su entorno se llama Límite-Ego, al diferenciar el Yo del no-Yo, el individuo absorbe lo nutritivo y elimina el exceso. En proceso de contacto en el compromiso con el ambiente. Los límites eficaces son permeables y permiten transacciones entre el organismo y el ambiente. Un límite cerrado es como un muro por medio del cual el organismo se cierra al exterior y trata de ser autosuficiente, autonutritivo. Un límite demasiado abierto amenaza la existencia autónoma del organismo vía la perdida de la identidad separada (confluencia/fusión) Un límite eficaz ha de ser permeable para que entre lo nutritivo. La regulación del límite entre los extremos polares de fusión y aislamiento requiere del Darse Cuenta. Cuando dos personas se contactan entre sí, se conectan y mantienen sus identidades separadas.

La persona habitualmente aislada se aleja del límite y no se conecta con el ambiente, levantando un muro protector entre sí misma y el exterior. Fenomenológicamente no hay otro del cual diferenciarse. Pero sin ningún otro uno no puede existir. Para lograr vivir en aislamiento la persona se divide y se relaciona con partes de sí misma (retroflexión). La introspección y hablarse a sí mismo son métodos de aislamiento. Las personas que emplean este proceso siempre tienen una relación fantasiosa para reemplazar el contacto externo. Generalmente están en confluencia con algún “ellos” introyectado. Hay un deseo por y un temor a la confluencia.
La confluencia es la pérdida de la propia identidad separada. La subordinación/sumisión patológica de las preferencias de una persona a las de otra es una forma de confluencia. La persona se aferra y confía en el otro excluyendo la mantención de una existencia independiente. La persona aislada no permite diferencias dentro del muro, viendo sólo la confluencia como alternativa. Se pierde el terreno medio y se pasa a la dicotomía confluencia –aislamiento.
Hay 2 patrones en la confluencia:  2 personas confluyen y tienen un muro de aislamiento que los separa de los demás. O bien se destruyen las diferencias del otro significativo y se logra la confluencia. Cuando la confluencia se ve amenazada la persona se aísla o termina la relación.
Yo-Tú, la base existencial: Los humanos no poseen existencia, son su existencia, la crean mediante la acción. Sin embargo hay un núcleo que se refiere al verdadero ser, a veces se le llama esencia , es aquello que es verdadero para el sí mismo como totalidad. El sí  mismo es un proceso vivo y no una entidad estática.
El paciente que no se ama a sí mismo espera que el terapeuta le ame. Perls decía que para diagnosticar los vacíos del paciente hay que descubrir lo que trata de obtener del terapeuta. Si éste trata de rescatarlo no le ayuda realmente a integrar su división. El paciente tiene su propio sistema regulatorio. Parte de la competencia del terapeuta es conocer y confirmar/reconocer aspectos desconocidos del paciente. Para contactar el núcleo de la persona, el terapeuta debe tener su propia perspectiva, conocer la del paciente, arriesgar, confrontar, enfrentar la rabia, usar tecnología creativa, permitir la frustración. Reconocer lo que es, en el sentido del darse cuenta y de un verdadero encuentro, es terapia, es el proceso natural de vivir y aprender.
Comentario al libro PROCESO Y DIÁLOGO EN PSICOTERAPIA GESTALT de Gary Yontef